La “Donación Real” que el rey Leopoldo II hizo al estado belga a principios del siglo XX dejó de ser un secreto y se informó que está valorada en unos 230 millones de euros de la actualidad. El monarca, conocido por las atrocidades que cometió en la colonia belga del Congo, fue uno de los soberanos más ricos de su época.
En un balance recientemente publicado por la fundación de la Donación Real (Koninklijke Schenking – KSDR) el legado del rey Leopoldo II se valoró en 231,4 millones de euros. Incluye un total de 7.530 hectáreas de bosques y tierras, así como 77 edificios y los Invernaderos Reales de Laeken, a las afueras de Bélgica.
Según explica el periódico De Standaar, parte de la Donación Real está a disposición del rey y la familia real e incluye el Castillo de Belvédère, donde viven el rey Alberto II y la reina Paola, la Villa Schonenberg, donde vive la princesa Astrid con su familia, la Villa Clémentine, que es el hogar del príncipe Laurent y el Castillo Stuyvenberg, donde vivió la fallecida reina Fabiola.
El castillo de Laeken, residencia del rey, no es parte de la donación mientras que el resto del patrimonio se alquila para generar ingresos para la Fundación. Entre ellos están el Hipódromo de Wellington en Ostende, el cine Vendôme en Ixelles y el museo BELvue en Bruselas, además de campos de golf, casas y oficinas comunes, una lujosa residencia de descanso en Ostende y edificios industriales.
Los orígenes de la “donación real” de Leopoldo II, uno de los reyes más sanguinarios de la historia europea
Leopoldo II, que reinó entre 1865 y 1909, fue uno de los reyes más sanguinarios de la historia europea, pero sigue siendo uno de los genocidas de los que menos se habla en la actualidad. Entre 1885 y 1908, hizo del entonces Estado Libre del Congo, hoy República Democrática del Congo, su propiedad privada.
Para explotar el caucho y el marfil, Leopoldo II esclavizó a los congoleños y dejó un legado de miseria en el país: instituyó severos castigos para quienes no recolectaran suficiente caucho, incluido el corte de manos y brazos a miles de personas o se tomaba a sus mujeres como rehenes hasta que se cumpliera el objetivo. Otros fueron asesinados a tiros.
Según historiadores, el rey Leopoldo II de Bélgica hizo torturar, mutilar y matar a entre 8 y 10 millones de congoleños
Según historiadores, Leopoldo II hizo torturar, mutilar y matar a entre 8 y 10 millones de congoleños, sin siquiera poner un pie en la colonia africana y durante 23 años acumuló riquezas y llevó a cabo proyectos inmobiliarios faraónicos en Bruselas y numerosas ciudades de Bélgica. El saqueo de recursos también incluyó marfil, cobre y diamantes, mientras que el rey incluso importó algunos congoleños para exhibirlos en un “zoológico humano” en Bélgica.
En 1908, tras la presión internacional y acusaciones de abusos, el parlamento belga quitó el control del Congo al rey. “Al menos parte de ese patrimonio se pagó alguna vez con los beneficios generados por la entonces colonia del Congo”, dijo De Standaar. “Hasta ahora, el valor del patrimonio era un secreto bien guardado. Sin embargo, bajo presión, se pasó a una contabilidad más transparente”.
“La actual junta directiva y la dirección del KSDR consideraron necesario contratar empresas expertas para estimar el valor efectivo de este patrimonio, que es difícil de comparar”, dijo Pascale Boulanger, de la Donación Real.